Prologo; Teniendo en cuenta que en los años 40 yo era un espermatozoide en experimento, el pensamiento de esta carta lo vaso en lo que aconteció en mi casa durante la guerra civil, por lo cual, siempre tuve en cuenta que nada es lo que parece.
Valle de Carreño 29/10/1940
Querida amiga; espero que al recibo de estas letras te encuentres bien, yo bien gracias a Dios o al Diablo.
Buscando entre los recuerdos de estos últimos años encontré tu dirección, y esta tarde también me crucé con Paulino, recuerdas cuando te decía. “Si la belleza pagara tributos, tu estarías en la cárcel” o “No me extraña de que a Dios le gusten las mujeres buenas” También tenía para mi ¿recuerdas? tan tranquilo me decía, “no te preocupes que al diablo también le gustan las mujeres, malas, muy malas”
Hoy me soltó, “Cada vez que te veo me doy cuenta que no hay mujeres feas, sino bellezas raras” y para rematar, tan tranquilo, me dijo “Te veo como un pollito, todos los huesitos te chuparía” Estábamos tan entretenidos que no nos dimos cuenta que a escasos cien metros se estaban concentrando un montón de hombres (falangistas para más señas) a quien esperan esos, nos preguntábamos extrañados, en ese momento se acerco un coche del cual bajo una estirada señorita, le abría paso un fuerte mocetón y entonces nos dimos cuenta que era Pilar Primo de Ribera. Paulino rápido y veloz fue para allá y se le acercó diciéndole, casi al oído, “Viva la falange y la madre que os parió. En el cementerio os quiero ver yo.”
Ya me despido, como comprenderás Paulino ya es historia y si encuentran esta carta también puedo serlo yo. No obstante, espero que podamos vernos, por algo el fin de una historia es el comienzo de otra.
Y en la otra vida ya sabes, tú para arriba yo para abajo.
Con cariño de tu amiga que lo es.
Valle de Carreño 29/10/1940
Querida amiga; espero que al recibo de estas letras te encuentres bien, yo bien gracias a Dios o al Diablo.
Buscando entre los recuerdos de estos últimos años encontré tu dirección, y esta tarde también me crucé con Paulino, recuerdas cuando te decía. “Si la belleza pagara tributos, tu estarías en la cárcel” o “No me extraña de que a Dios le gusten las mujeres buenas” También tenía para mi ¿recuerdas? tan tranquilo me decía, “no te preocupes que al diablo también le gustan las mujeres, malas, muy malas”
Hoy me soltó, “Cada vez que te veo me doy cuenta que no hay mujeres feas, sino bellezas raras” y para rematar, tan tranquilo, me dijo “Te veo como un pollito, todos los huesitos te chuparía” Estábamos tan entretenidos que no nos dimos cuenta que a escasos cien metros se estaban concentrando un montón de hombres (falangistas para más señas) a quien esperan esos, nos preguntábamos extrañados, en ese momento se acerco un coche del cual bajo una estirada señorita, le abría paso un fuerte mocetón y entonces nos dimos cuenta que era Pilar Primo de Ribera. Paulino rápido y veloz fue para allá y se le acercó diciéndole, casi al oído, “Viva la falange y la madre que os parió. En el cementerio os quiero ver yo.”
Ya me despido, como comprenderás Paulino ya es historia y si encuentran esta carta también puedo serlo yo. No obstante, espero que podamos vernos, por algo el fin de una historia es el comienzo de otra.
Y en la otra vida ya sabes, tú para arriba yo para abajo.
Con cariño de tu amiga que lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario