viernes, 14 de octubre de 2011

Lo mío, solo mío.

Esta mañana lo vi en el río,
por la tarde lo vi en el monte
y he sentido sus ojos de fuego
y he vibrado al son de su risa.
He estrechado sus manos delgadas
y he sentido en mi cara su aliento,
y al regreso saludo a las ramas
y al viento, el se fue como el hielo al rio.

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