Lo encontré en la carretera paseando
la noche de San Juan, sonriendo descarado
en cumplido ademán. Más lindo que la noche
dirías al mirar; a su ardiente figura me puse
sin gran disimulo a contemplar desafiante.
Un guiño de deseo su arrogancia me da en ese instante
y mi corazón empieza a despertar trepidante,
me a cerque hasta su altura estudiando
su plan y vi en sus lindos ojos,
la llamada de un volcán temblando,
entrecortado, con ritmo desigual, me cogió
de la mano y dijo “ven acá” yo lo seguí en silencio
sin fuerzas para mas y él me dijo:
Chica…¿Qué tal? …¿Cómo te va? Yo
le contestaba no sé, si bien o mal: quizá mañana yo
pueda….decirte a ti ¿Qué tal? ¿Cómo te va chico?.
La noche estaba clara,
la Luna muy formal,
las estrellas inquietas
guiñando sin parar.
Nuestras sombras
muy juntas entrelazadas
van a cosechar las mieles da la
noche de San Juan.
la noche de San Juan, sonriendo descarado
en cumplido ademán. Más lindo que la noche
dirías al mirar; a su ardiente figura me puse
sin gran disimulo a contemplar desafiante.
Un guiño de deseo su arrogancia me da en ese instante
y mi corazón empieza a despertar trepidante,
me a cerque hasta su altura estudiando
su plan y vi en sus lindos ojos,
la llamada de un volcán temblando,
entrecortado, con ritmo desigual, me cogió
de la mano y dijo “ven acá” yo lo seguí en silencio
sin fuerzas para mas y él me dijo:
Chica…¿Qué tal? …¿Cómo te va? Yo
le contestaba no sé, si bien o mal: quizá mañana yo
pueda….decirte a ti ¿Qué tal? ¿Cómo te va chico?.
La noche estaba clara,
la Luna muy formal,
las estrellas inquietas
guiñando sin parar.
Nuestras sombras
muy juntas entrelazadas
van a cosechar las mieles da la
noche de San Juan.
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