No merezco intentarlo
porque tú, aunque muerto,
vives en la rabia del pueblo.
Pero como tu acto, mi gesto
no es más que el esbozo y la excusa,
me mancho de tinta como tú de sangre.
Imperfectos ambos, pero necesarios.
Vendrán otros mejores
a vendimiar el fruto de tu sangre
porque la rabia ya grita en la calle,
porque hoy los hombres comprenden
tus veinticinco años manchados de sangre.
Agonizando con tu última noche
agoniza la justicia, muere la misericordia
y a quien pudo impedirlo y hoy duerme tranquilo
le espera la venganza.
Un acto que crece en el día
un murmullo de conciencia
que no busca la madrugada
ni dicta sentencia
que ejecuta en caliente.
Con asco inmenso.
Levantemos tu cuerpo imperfecto
y brindemos con nuestra sangre
¡Sangre de pueblo!
Que las calles se cubran de muertos
pero que mañana en la tierra
no queden más reyes, ni jueces, ni dueños.
porque tú, aunque muerto,
vives en la rabia del pueblo.
Pero como tu acto, mi gesto
no es más que el esbozo y la excusa,
me mancho de tinta como tú de sangre.
Imperfectos ambos, pero necesarios.
Vendrán otros mejores
a vendimiar el fruto de tu sangre
porque la rabia ya grita en la calle,
porque hoy los hombres comprenden
tus veinticinco años manchados de sangre.
Agonizando con tu última noche
agoniza la justicia, muere la misericordia
y a quien pudo impedirlo y hoy duerme tranquilo
le espera la venganza.
Un acto que crece en el día
un murmullo de conciencia
que no busca la madrugada
ni dicta sentencia
que ejecuta en caliente.
Con asco inmenso.
Levantemos tu cuerpo imperfecto
y brindemos con nuestra sangre
¡Sangre de pueblo!
Que las calles se cubran de muertos
pero que mañana en la tierra
no queden más reyes, ni jueces, ni dueños.
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