sábado, 8 de octubre de 2011

A MI GRAN AMIGA

Pensando me di cuenta de lo que hacías por mí,
estaba desenfadada, desorientada sin ti,
metida en otros campos sin casi poder salir,
me enseñaste el camino por donde debería ir,
con tu claro y limpio ejemplo de quererme dirigir.
Sin casi darme cuenta, influías mucho en mí,
no era tímido tu actuar, mas era grande tu proceder,
y la muerte intervino llevándote casi sin querer.
¿Que tendrá esa señora que se lleva siempre de
entre los buenos el mejor? Yo te quiero recordar
con esta pura amistad que siempre por ti sentí,
y cuando esa señora venga a por mí
espero se recuerde de llevarme junto a ti.

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