domingo, 16 de octubre de 2011

Me dejé llevar

Seguí tu rastro en la noche
doblando esquinas oscuras,
la lechuza me miraba,
y los ojos de la luna.

Compungida ante tu ausencia
empecé a llorar.La lluvia
que me empapaba hasta el alma,
me prestó su mejor túnica
y me envolvió con su manto,
 rodeó mi cintura,
 enjugó dulce mis lágrimas,
y me dijo ¡eres única!
arropada con su abrigo
¡me dejé llevar!

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