Hoy tengo presente y tendré siempre, tu acto de buena persona y gran amiga/o esas cien palomas blancas que siempre prometiste soltar el día que saliera de la mano cogida del gran amor que siempre supiste existía en mí vida, pero que no dábamos el paso por las circunstancias que existían en nuestro entorno, no, decías, no lo tenéis fácil, pero, me hacías comer mis propias palabras (más vale un día de felicidad que cien de amargura) dimos el paso en el máximo secreto, ni la familia lo savia, tenía que ser así, pero ¿de dónde salieron las palomas? Tu no apareciste, tus palomas estaban allí, solo podían ser tuyas, aunque sigas negándolo, me encanta preguntártelo solo por ver tu cara, no podemos saber cómo te enteraste, aunque sospecho que fui yo, te extraño, el viaje justo cuando el médico me dijo que de momento no podía viajar y tú estabas conmigo. Tengo en ti la amistad más limpia pura y desinteresada. Como el amor de toda una vida, esperando sin renunciar y sin pensar que nunca sería nada más que un sueño, y a pesar de todo, esos cien días procuraremos al menos cortarlos a la mitad, o simplemente, como te decía, un día con tu otro yo da para mucho. Siempre estarás en nuestro corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario