sábado, 8 de octubre de 2011

MÍO, SOLO MÍO

Esta mañana lo vi en el arroyo,
por la tarde lo vi en la colina
y he sentido sus ojos de fuego
y he vibrado al son de su risa.

He estrechado sus manos delgadas
y he sentido en mi cara su aliento
y al regreso saludo a las ramas
y al viento.

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